martes, 16 de marzo de 2010

ANOCHECE EN LA CIUDAD.........


Anochece en la ciudad
Y colorea de varios matices la vida.
La calle abierta se llena de almas perdidas y enamoradas.
Aprietas tu abrigo
Y no hace frío,
Es para que no se escape el corazón que duele tanto.
La soledad fría y amarga,
Hace tristemente recordar,
Que los años han pasado
Sin perdón y con pocas oportunidades.
Tus pasos no son apurados
Hoy quieres saborear el aire.

Anochece en la ciudad
Y las luces de la calle
Iluminan tus ojos
Y te da el brillo especial
De alguien que quiere amar
Y no puede.
Rostros pasan por tu lado
Son reflejos del tuyo,
Tantos seres con las mismas necesidades.
Te acercas a un negocio
Compras un poco de pan, un buen vino y algo para comer,
Hoy invitas a cenar a los sentimientos.

Anochece en la ciudad
La magia comienza hacerte el efecto
Tal vez más tarde
Salgas a buscar
Al príncipe de tus sueños,
Que debe estar como tú
Tan solo y buscándote en el tiempo.

HACER EL AMOR.........


Hacer el amor,
no es solo un verbo,
es una acción,
que delata a los cuerpos.

Es sentir que la piel,
se desagarra por dentro.
Es desparramar sudor.
Es jadear sobre otra boca.
Es morder suavemente.
Es rasguñar sin herir.
Es entregarte sin mesura.

Ay… es amar,
amar…

Hasta sentir,
que el aire quema.

Hacer el amor,
es mucho más que papeles,
que demuestran a uno,
su pertenencia.

Si solo,
es aferrarse contra un pecho.

Y morir…

Morir apasionadamente,
entre unas piernas.

Sobre un lecho,
todos son amantes.
Sobre otro vientre,
yo te afirmo,
que nadie es de nadie.

¿Poseer?

¡Dios mío!

Si en ese clímax,
todo vale.

Hacer el amor,
es reencarnase en el orgasmo.

Es dilucidar,
¿cuál es la fantasía que se corporiza?
¿Y cuales?
¿Son los límites de los besos?

Hacer el amor,
no es solo un verbo.

Es una acción.

Casi diría.

Una poesía,
que delata a los cuerpos.




viernes, 12 de marzo de 2010

AMANTES


Miran vacilante y con silencio
las alcobas,
y dejan atrás sus vidas,
los heridos amantes.

La luna única testigo
del eterno juramento,
guardó celosamente los corazones
bajo siete llaves.

viernes, 5 de marzo de 2010

OJOS

Quisiera tener tus ojos ciegos amigo,
para ver la belleza que ves,
(Y que por ahí yo no advierto),
en los corazones de los hombres,
porque yo estoy perdida,
en el mundo de los “capacitados”

Quisiera tener tus ojos ciegos amigo,
(Para ver lo que yo quiero)
para inventarles colores a la vida,
y moldear con mis manos,
como artesano de los sueños,
las figuras que se me antojan.

Quisiera tener tus ojos ciegos amigo,
(Para imaginar la bondad como algo físico)
para que no existan las diferencias.
Que no haya negros, ni blancos.
Que no haya lindos, ni feos.
Que seamos todos como tú eres,
mi amigo।


Visionarios ciegos.

jueves, 4 de marzo de 2010

SOLO SOY UN BOCETO


Me asombro,
de tu amor desmedido,
ese,
que no tiene vencimiento.

Fehaciente,
tu corazón dormido,
emblema,
del enamorado eterno.

Envidio,
a la mujer de tus sueños,
que regocija,
tus aciagos luceros.

Más,
yo,
solo soy un boceto.

Una antagónica sombra,
de tus delicados versos।

Una infeliz insurgente,
que no tiene,
consuelo.

Afable,
te muestras conmigo।

Me duele,
hieres,
devastas,
que no sea yo,
la manceba de tus besos.

CRUEL


Por esta naturaleza salvaje que me domina.

Podría ser tan cruel…

Extirparte los ojos,
y reírme a carcajadas,
de tu tronado destino.

Pero no…

No puedo mi amor.
Si tu encendida mirada,
es la lumbre de mi vida.

Son ellos.

El banco de arena,
donde se ancla mi barco.
El arrecife,
donde duerme mi tristeza.

Podría ser tan cruel…

Escupirte la cara
y proliferarte a gritos,
las palabras más humillantes.

Pero no…

No puedo mi amor.
Si es tu rostro indómito,
mi celosa guarida.
El mausoleo de mis versos.

Esos.

Que a borbotones,
rebosan en mi boca,
tan adustos, tan melancólicos.
Hermosas diademas que te coronan.

Podría ser tan cruel…

Y arrancarte del pecho,
ese corazón indemne,
que te resguarda.

Pero no…

No puedo mi amor.
Todo me ha resultado,
Utópico.

Me duele este quimérico odio,
que te profeso.
Si amo tanto,
ese corazón nómada que llevas.

Si es él,
mi valioso erario de mi incierta vida.

¡Ay mi rapsoda!

Por esta naturaleza salvaje,
que me domina.

Podría ser tan,
tan cruel.

Pero no puedo…

TIRA TUS DADOS


Tira tus dados, que yo coloco mis fichas,
y si has de ganar, que sea por justa ley.
Yo pongo como dádiva, mis ojos pausados,
tú, tus labios perturbadores que saben mentir.

Inicias la partida, arremete tu juego,
yo apenas en suspiro te puedo seguir,
se vuelve inexorable tu mente conmigo,
Yo, yo mejor ni te cuento lo que provocas en mí.

Ahora es mi turno, la magnitud del momento,
hace que mi mano sedienta comience a temblar,
me observas en silencio, me sigues la tirada,
se sienten desbordados los cuerpos, que no dan más.

Termina el juego, quedaron prendados mis ojos,
yo me quedé con tus labios que saben besar,
y los cuerpos se volvieron combustibles al momento,
¿Quién de los dos perdió la partida?, el tiempo lo dirá.

martes, 2 de marzo de 2010

Y SIEMPRE PASA LO MISMO

Y siempre pasa lo mismo.
Se enfrentan,
mis sueños y la conciencia.

Parezco,
una nigromante,
augurando estrellas caídas,
que ya no tienen deseos,
pues todas fueron concedidas
y solo queda,
sus brillos opalinos,
lustrando frías noches.

Y siempre pasa lo mismo.
Desisto antes de tiempo.
Y este corazón agraz,
que vaticina mis desvelos,
no se compadece de mi.

¿No se da cuenta, cuánto duele este cuerpo?

Sola,
sola…

Dormida,
fatigada,
extenuada.
De tanto buscar al amor,
detrás del plomizo cielo।


Si el arco iris insolente,
ya no guarda su secreto
y me ha dejado,
inefable,
solo colores frívolos,
en mi fiel pluma.

Y soy una forastera,
en mi propio mundo desértico.


No tengo más cobijo,
que mi nívea piel,
y mi largo cabello.


Y siempre pasa lo mismo.
Me enamoro de una caricia,
de la mirada que embeleza a una rosa,
de aquel que pinta versos en mi boca.

Me enamoro,
como si fuese la primera y ultima vez…


Soy,
como la ola que duerme sobre la arena
y que nadie más que la luna,
en silencio,
desvelada,
la percata entre la bruma…

lunes, 1 de marzo de 2010

CONSIDERALOS TUYOS

No martirices mis ojos,
con no verte.

Déjalos que te busquen,
hasta extenuarse.

Permítales que mediten,
sobre tu pupila.

Déjalos preservarse,
en tu mirada.

No los menosprecies,
ellos te adoran.

Considéralos tuyos,
no me los pidas…